Como si fuesen el resultado de una obra minimalista de la (micro)ingeniería, pero salpicada de psicodelia sesentosa, los LEGO brick, constituyen uno de los primeros roces con la cultura POP a los que somos expuestos en nuestra infancia; y es que este juguete, viene cargado con un trasfondo silente y seductor al que resulta imposible resistirse y donde en casi cualquier ámbito de nuestra cotidianidad se le ha encontrado alguna aplicabilidad.
En la disposición de estos minúsculos y rígidos módulos se esconde un universo infinitamente flexible y versátil, como si se tratara de una obra de suprematista, mensajes de universalidad e igualdad se ocultan detrás del ensamblaje de sus elementales formas en colores brillantes.
Lanvin y Jean-Charles de Castelbajac jugaron a usarlos para acompañar sus creaciones de alta moda, muebles han sido confeccionados a partir de ellos e incluso en el Reino Unido una casa entera se construyo con ellos, parques temáticos enteros se abocan a ellos como si fuesen pequeñas moléculas dignas de culto. Las posibilidades que los LEGO nos han ofrecido por mas de setenta años, son inversamente proporcionales a nuestros paradigmas.
Cada vez que tenemos un LEGO en las manos inconcientemente nos adentramos al colorido mundo de la abstraccion, queda en nosotros seguir en el letargo de cubos conectos o despertar en una realidad donde el caracter ludico deja de ser importante e innovar se vuelve fundamental.
Keep it Marvelous,
-E
Agradecimientos especialisimos a: Valencia Coolhunter - Club Magazine (@clubmagazine), por todo el apoyo brindado durante este primer mes on-line y por ser presentarme los LEGO Heels by: Finn Stone, a Luis Franceschi (@grucho_ve) a Eduardo Diaz (@drydockers) y a Juan C. Arriaga (@juancarriagat), por todo el contraste filosófico inyectado necesario para poder escribir al respecto.
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